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Vísperas
Viernes III de Pascua

Cirio Pascual

Martha de Jesús+
1941-2008

Daniel +
1972-2001

INVOCACIÓN INICIAL

V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor date prisa en socorrerme.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

HIMNO

Tu cuerpo es preciosa lámpara,
llagado y resucitado,
tu rostro es la luz del mundo,
nuestra casa, tu costado.

Tu cuerpo es ramo de abril
y blanca flor de espino,
y el fruto que nadie sabe
tras la flor eres tu mismo.

Tu cuerpo es salud sin fin,
joven, sin daño de días;
para el que busca vivir
es la raíz de la vida. Amén.

SALMODIA

Ant. 1 Yo, el Señor, soy el que te salva y
el que te rescata. Aleluya.

Salmo 134
-I-

Alabad el nombre del Señor,
alabadlo, siervos del Señor,
que estáis en la casa del Señor,
en los atrios de la casa de nuestro Dios.

Alabad al Señor porque es bueno,
tañed para su nombre, que es amable.
Porque él se escogió a Jacob,
a Israel en posesión suya.

Yo sé que el Señor es grande,
nuestro dueño más que todos los dioses.
El Señor todo lo que quiere lo hace:
en el cielo y en la tierra,
en los mares y en los océanos.

Hace subir las nubes desde el horizonte,
con los relámpagos desata la lluvia,
suelta a los vientos de sus silos.

Él hirió a los primogénitos de Egipto,
desde los hombres hasta los animales.
Envió signos y prodigios
--en medio de ti, Egipto--
contra el Faraón, y sus ministros.

Hirió de muerte a pueblos numerosos,
mató a reyes poderosos.
A Sijón, rey de los amorreos;
a Hog, rey de Basán,
y a todos los reyes de Canaán.
Y dio su tierra en heredad,
en heredad a Israel , su pueblo.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. 1 Yo, el Señor, soy el que te salva y
el que te rescata. Aleluya.

Ant. 2 Bendito el reino que viene de nuestro
padre David. Aleluya.

-II-

Señor, tu nombre es eterno;
Señor, tu recuerdo de edad en edad.
Porque el Señor gobierna a su pueblo
y se complace de sus siervos.

Los ídolos de los gentiles son oro y plata,
hechura de manos humanas:
tienen boca y no hablan,
tienen ojos y no ven,

tienen orejas y no oyen,
no hay aliento en sus bocas.
Sean lo mismo los que los hacen,
cuantos confían en ellos.

Casa de Israel, bendice al Señor;
casa de Aarón, bendice al Señor;
casa de Leví, bendice al Señor;
fieles del Señor, bendecid al Señor.

Bendito en Sión el Señor,
que habita en Jerusalén.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. 2 Bendito el reino que viene de nuestro
padre David. Aleluya.

Ant. 3 Cantemos al Señor, sublime es su victoria. Aleluya.

Cántico.
Ap. 15,3-4

Grandes y maravillosas son tus obras,
Señor, Dios omnipotente,
justos y verdaderos tus caminos,
¡oh rey de los siglos!

¿Quién no temerá, Señor,
y glorificará tu nombre?
Porque tú solo eres santo,
porque vendrán todas las naciones
y se postrarán en tu acatamiento,
porque tus juicios se hicieron manifiesto.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. 3 Cantemos al Señor, sublime es su victoria. Aleluya.

LECTURA BREVE

Hb 5, 8-10

Cristo, aunque era Hijo de Dios, aprendío por expe-
riencia, en sus padecimientos, la obediencia y, ha-
biendo así llegado hasta la plena consumación, se con-
virtió en causa de salvación para todos los que lo obe-
decen, proclamado por Dios sumo sacerdote "según el
rito de Melquisedec".

RESPONSORIO BREVE

V. Los discípulos se llenaron de alegría. Aleluya, aleluya.
R. Los discípulos se llenaron de alegría. Aleluya, aleluya.

V. Al ver al Señor.
R. Aleluya, aleluya.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Los discípulos se llenaron de alegría. Aleluya, aleluya.

CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. El que fue crucificado resucitó de entre los muertos
y nos redimió. Aleluya.

Cántico de la Santísima Virgen María
Lc 1, 46-55

Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes
por mí:
su nombre es santo
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.

Él hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
--como lo había prometido a nuestros padres--
en favor de Abraham y su descendencia
por siempre.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. El que fue crucificado resucitó de entre los muertos
y nos redimió. Aleluya.

PRECES.

Invoquemos a Cristo, camino, verdad y vida, y di-
gámosle:

Hijo de Dios vivo, bendice a tu pueblo.

Te rogamos, Señor, por los ministros de tu Igle-
sia: que, al distribuir entre sus hermanos el pan
de vida,
encuentren también ellos en el pan que distribu-
yen tu alimento y fortaleza.

Te pedimos por todo el pueblo cristiano: que viva,
Señor, como pide la vocación a que ha sido con-
vocado
y se esfuerce por mantener la unidad del Espí-
ritu con el vínculo de la paz.

Te pedimos por los que rigen los destinos de las
naciones: que cumplan su misión con espíritu de
justicia y con amor,
para que haya paz y concordia entre los pueblos.

Se pueden añadir algunas intenciones libres
peticiones

Señor, que podamos celebrar tu santa resurrec-
ción con tus ángeles y tus santos
y que nuestros hermanos difuntos, a quienes en-
comendamos a tu bondad, se alegren también en
tu reino.

Terminemos nuestra oración con las palabras del
Señor:

Padre Nuestro ........

ORACIÓN.

Señor, ya que nos has dado a conocer los dones que
nos trae la resurrección de tu Hijo, concédenos tam-
bién que el Espíritu Santo, el Amor increado, nos ha-
ga resucitar a una nueva vida. Por nuestro Señor Jesu-
cristo, tu Hijo.

CONCLUSIÓN.

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal
y nos lleve a la vida eterna.
R, Amén.

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