Daniel +
1972-2001
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor date prisa en socorrerme.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
HIMNO
Éste es el tiempo en que llegas,
Esposo, tan derrepente,
que invitas a los que velan
y olvidas a los que duermen.
Salen cantando a tu encuentro
doncellas con ramos verdes
y lámparas que guardaron
copioso y claro el aceite.
¡Cómo golpean las necias
las puertas de tu banquete!
¡Y cómo lloran a oscuras
los ojos que no han de verte!
Mira que estamos alerta,
Esposo, por si vinieres,
y está el corazón velando
mientras los ojos se duermen.
Danos un puesto a tu mesa,
Amor que a la noche vienes,
antes que la noche acabe
y que la puerta se cierre. Amén.
SALMODIA
Ant. 1 Alégrate y goza, nueva Sión, porque tu Rey llega
con mansedumbre a salvar nuestras almas.
- Salmo 118, 105-112 -
Lámpara es tu palabra para mis pasos,
luz en mi sendero;
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lo juro y lo cumpliré:
guardaré tus justos mandamientos;
¡ estoy tan afligido!
Señor, dame vida según tu promesa.
Acepta, Señor, los votos que pronuncio,
enséñame tus mandatos;
mi vida está siempre en peligro,
pero no olvido tu voluntad;
los malvados me tendieron un lazo,
pero no me desvié de tus decretos.
Tus preceptos so mi herencia perpetua,
la alegría de mi corazón;
inclina mi corazón a cumplir tus leyes,
siempre y cabalmente.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. 1 Alégrate y goza, nueva Sión, porque tu Rey llega
con mansedumbre a salvar nuestras almas.
Ant. 2 Fortaleced las manos débiles; sed fuertes y decid:
"Mirad a nuestro Dios que viene y nos salvará." Aleluya.
- Salmo 15 -
Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti;
yo digo al Señor: " Tú eres mi bien."
Los dioses y señores de la tierra
no me satisfacen.
Multiplican las estatuas
de dioses extraños;
no derramaré sus libaciones con mis manos,
ni tomaré sus nombres en mis labios.
El Señor es mi heredad y mi copa;
mi suerte esta en tu mano:
me a tocado un lote hermoso,
me encanta mi heredad.
Bendeciré al Señor, que aconseja,
hasta de noche me instruye internamente.
Tengo siempre presente al Señor,
con él a mi derecha no vacilaré.
Por eso se me alegra el corazón,
se gozan mis entrañas,
y mi carne descansa serena.
Porque no me entregarás a la muerte
ni dejarás a tu fiel conocer la corrupción.
Me enseñarás el sendero de la vida,
me saciará de gozo en tu presencia,
de alegría perpetua a tu derecha.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. 2 Fortaleced las manos débiles; sed fuertes y decid:
"Mirad a nuestro Dios que viene y nos salvará." Aleluya.
Ant. 3 La ley se nos dio por mediación de Moisés, pero
la gracia y la verdad nos han venido por Jesucristo.
Cántico
Flp. 2, 6-11
Cristo, a pesar de su condición divina,
no hizo alarde de su categoría de Dios;
al contrario, se anonadó así mismo,
y tomó la condición de esclavo,
pasando por uno de tantos.
Y así, actuando como un hombre cualquiera,
se rebajó hasta someterse incluso a la muerte
y una muerte de cruz.
Por eso Dios lo levantó sobre todo
y le concedió el "Nombre-sobre-todo-nombre";
de modo que al nombre de Jesús
toda rodilla se doble
en el cielo, en la tierra, en el abismo
y toda lengua proclame:
Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. 3 La ley se nos dio por mediación de Moisés, pero
la gracia y la verdad nos han venido por Jesucristo.
LECTURA BREVE
1Ts 5, 23-24
Que el mismo Dios de la paz os consagre totalmente
y que todo vuestro ser --espíritu, alma y cuerpo-- sea
custodiado sin reproche hasta la Parusía de nuestro
Señor Jesucristo. Fiel es a sus promesas el que os ha
convocado; y él las cumplirá.
RESPONSORIO BREVE
V. Muéstranos, Señor, tu misericordia.
R. Muéstranos, Señor, tu misericordia.
V. Y danos tu salvación.
R. Muéstranos, Señor, tu misericordia.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Muéstranos, Señor, tu misericordia.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Ven, Señor, y danos tu paz; tu visita nos retornará
a la rectitud y podremos alegrarnos en tu presencia.
Cántico de la Santísima Virgen María
Lc 1, 46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes
por mí:
su nombre es santo
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
--como lo había prometido a nuestros padres--
en favor de Abraham y su descendencia
por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en un principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Ven, Señor, y danos tu paz; tu visita nos retornará
a la rectitud y podremos alegrarnos en tu presencia.
PRECES.
Te pedimos, Dios misericordioso, que nuestra ale-
gre marcha hacia el encuentro de tu Hijo no tropece-
mos en impedimentos terrenos, sino que, guiados por
la sabiduría celestial, merezcamos participar de la glo-
ria de aquel que vive y reina contigo.
CONCLUSIÓN.
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal
y nos lleve a la vida eterna.
R, Amén.
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