[Oficio de lectura] [Angelus] [Nona] [Vísperas] [Completas] [El Santo Rosario]
[Inicio]

Laudes
Miércoles
SAN IGNACIO DE LOYOLA,
presbítero
Memoria

Nació el año 1491 en Loyola, en las provincias vascongadas
de España; su vida transcurrió primero entre la corte real y la
milicia; luego se convirtió y estudió teología en París, donde
se le juntaron los primeros compañeros con los que había de
fundar más tarde, en Roma, la Compañía de Jesús. Ejerció un
fecundo apostolado con sus escritos y con la formación de
discípulos, que habían de trabajar intensamente por la refor-
ma de la Iglesia. Murió en Roma el año 1556.

Martha de Jesús+
1941-2008

Daniel +
1972-2001

INVITATORIO

V. Señor, abre mis labios.
R. Y mi boca proclamará tu alabanza.

Ant Adoremos a Dios, porque él nos ha creado.
[Sal 94] ó [Sal 99] ó [Sal 66] ó [Sal 23]

HIMNO

Sentencia de Dios al hombre
antes que el día comience:
"Que tu pan no venga a tu mesa
sin el sudor de tu frente.

Ni el sol se te da de balde,
ni el aire por ser quien eres:
las cosas son herramientas
y buscan quién las maneje.

El mar les pone corazas
de sal amarga a los peces;
el hondo sol campesino
madura a fuego las mieses.

La piedra, con ser la piedra,
guarda una chispa caliente;
y en el rumor de la nube
combaten el rayo y la nieve.

A ti te inventé las manos
y un corazón que no duerme;
puse en tu boca palabras
y pensamiento en tu frente.

No basta con dar las gracias
sin dar lo que las merece:
a fuerza de gratitudes
se vuelve la tierra estéril." Amén.

SALMODIA

Ant.1 Tu luz, Señor, nos hace ver la luz.

- Salmo 35 -

El malvado escucha en su interior
un oráculo del pecado:
"No tengo miedo a Dios,
ni en su presencia."
Porque se hace la ilusión de que su culpa
no será descubierta ni aborrecida.

Las palabras de su boca son maldad y traición,
renuncia a ser sensato y a obrar bien;
acostado medita el crimen,
se obstina en el mal camino,
no rechaza la maldad.

Señor, tu misericordia llega al cielo,
tu fidelidad hasta las nubes,
tu justicia hasta las altas cordilleras;
tus sentencias son como el océano inmenso.

Tú socorres a los hombres y animales;
¡que inapreciable es tu misericordia, oh Dios! ;
los humanos se acogen a las sombras de tus alas.

Se nutren de lo sabroso de tu casa,
les das de beber del torrente de tus delicias,
porque en ti está la fuente de la vida
y tu luz nos hace ver la luz.

Prolongas tu misericordia con los que te reconocen,
tu justicia con los rectos de corazón;
que no me pisotee el pie del soberbio,
que no me eche afuera la mano del malvado.

Han fracasado los malhechores;
derribados, no se puede levantar.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Ant.1 Tu luz, Señor, nos hace ver la luz.

Ant. 2 Señor, tú eres grande, tu fuerza es invensible.

Cántico
Jdt. 16, 2-3. 15 -19

¡Alabad a mi Dios con tambores,
elevad cantos al Señor con cítaras,
ofrecedle los acordes de un salmo de alabanza,
ensalzad e invocad su nombre!
Porque el Señor es un Dios quebrantador de guerras,
su nombre es el Señor.

Cantaré a mi Dios un cántico nuevo:
Señor tú eres grande y glorioso,
admirable en tu fuerza, invencible.

Que te sirva toda la creación,
porque tú lo mandaste y existió;
enviaste tu aliento y la construiste,
nada puede resistir a tu voz.

Sacudirán las olas los cimientos de los montes,
las peñas en tus presencias se derretirán como cera,
pero tú serás propicio a tus fieles.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. 2 Señor, tú eres grande, tu fuerza es invensible.

Ant. 3 Aclamad a Dios con gritos de júbilo.

- Salmo 46 -

Pueblos todos, batid palmas,
aclamad a Dios con gritos de júbilos;
porque el Señor es sublime y terrible,
emperador de toda la tierra.

Él nos somete los pueblos
y nos sojuzga las naciones;
él nos escogió como heredad suya:
gloria a Jacob, su amado.

Dios asciende entre aclamaciones;
el Señor, al son de trompetas;
tocad para Dios, tocad, tocad
para nuestro rey, tocad.

Porque Dios es el rey del mundo:
tocad con maestría.
Dios reina sobre las naciones,
Dios se sienta en su trono sagrado.

Los príncipes de los gentiles se reúnen
con el pueblo del Dios de Abraham;
porque de Dios son los grandes de la tierra,
y él es excelso.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. 3 Aclamad a Dios con gritos de júbilo.

LECTURA BREVE

Tb 4, 16-17.19-20

No hagas a nadie lo que no quieras que te hagan.
Da de tu pan al hambriento y da tus vestidos al des-
nudo. Busca el consejo de los prudentes. Bendice al
Señor en toda circunstancia, pídele que sean rectos
todos tus caminos y que lleguen a buen fin todas tus
sendas y proyectos.

SEGUNDA LECTURA DEL OFICIO DE LECTURAS.

De los hechos de san Ignacio recibidos por Luis Gonçalves
de labios de mismo santo.

Ignacio era muy aficionado a los llamados libros de
caballería, narraciones llenas de historias fabulosas e
imaginarias. Cuando se sintió restablecido, pidió que le
trajeran algunos de esos libros para entretenerse, pero
no se halló en su casa ninguno; entonces le dieron para
leer un libro llamado Vida de Cristo y otro que tenía
por título Flos santorum, escritos en su lengua ma-
terna.

Con la frecuente lectura de estas obras, empezó a
sentir algún interés por las cosas que en ellas se trata-
ban. A intervalos volvía su pensamiento a lo que había
leido en tiempos pasados y entretenía su imaginación
con el recuerdo de las vanidades que habitualmente rete-
nían su atención durante su vida anterior.

Pero entretanto iba actuando también la misericordia
divina, inspinrado en su ánimo otros pensamientos, ade-
más de los que suscitaba en su mente lo que acababa
de leer. En efecto, al leer la vida de Jesucristo o de los
santos, a veces se ponía a pensar y se preguntaba a sí
mismo. "¿Y si yo hiciera lo mismo que san Francisco
o que santo Domingo?" Y, así, su mente estaba siempre
activa. Estos pensamientos duraban mucho tiempo, has-
ta que, distraído por cualquier motivo, volvía a pensar,
también por largo tiempo, en las cosas vanas y mun-
danas. Esta sucesión de pensamientos duró bastante
tiempo.

Pero había una diferencia; y es que, cuando pensaba
en las cosas del mundo, ello le producía de momento
un gran placer; pero cuando, hastiado, volvía a la reali-
dad, se sentía triste y árido de espíritu; por el contra-
rio, cuando pensaba en la posibilidad de imitar las aus-
teridades de los santos, no sólo entonces experimentaba
un intenso gozo, sino que además tales pensamientos lo
dejaban lleno de alegría. De esta diferencia él no se
daba cuenta ni le daba importancia, hasta que un día se
le abrieron los ojos del alma y comenzó a admirarse de
esta diferencia que experimentaba en sí mismo, que,
mientras una clase de pensamientos lo dejaban triste,
otros, en cambio, alegre. Y así fue como empezó a refle-
xionar seriamente en las cosas de Dios. Más tarde, cuan-
do se dedicó a las prácticas espirituales, esta experiencia
suya le ayudó mucho a comprender lo que sobre la dis-
creción de espíritus enseñaría luego a los suyos.

RESPONSORIO BREVE

V. Inclina, Señor, mi corazón a tus preceptos.
R. Inclina, Señor, mi corazón a tus preceptos.

V. Dame vida con tu palabra.
R. Inclina, Señor, mi corazón a tus preceptos.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Inclina, Señor, mi corazón a tus preceptos.

CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. ¡Ojalá tenga yo una íntima experiencia de Cristo,
del poder de su resurrección y de la comunión
con sus padecimientos!

Cántico de Zacarías
Lc 1, 68-79

Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo,
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas.

Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con
nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.

Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días

Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.

Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. ¡Ojalá tenga yo una íntima experiencia de Cristo,
del poder de su resurrección y de la comunión
con sus padecimientos!

PRECES.

Demos gracias a Cristo y alabémoslo porque ha que-
rido santificarnos y llamarnos hermanos suyos; di-
gámosle, pues, confiados:

Santifica, Señor, a tus hermanos.

Concédenos, Señor, consagrar el principio de este
día en honor de tu resurrección
y haz que todos los trabajos que realicemos du-
rante esta jornada te sean agradables.

Haz que sepamos descubrirte a ti en todos nuestros
hermanos,
sobre todo en los tristes, en los más pobres y en
los que son menos útiles a los ojos del mundo.

Tú que para aumentar nuestra alegría y afianzar
nuestra salvación nos das el nuevo día, signo de tu
amor,
renuévanos hoy y siempre para gloria de tu nom-
bre.

Haz que durante este día estemos en paz con todo
el mundo
y que a nadie devolvamos mal por mal.

Se pueden añadir algunas [Intenciones] libres
peticiones

Tal como Cristo nos enseñó, terminemos nuestra
oración diciendo:
Padre nuestro .............

ORACIÓN.

Señor Dios, que suscitaste en tu Iglesia a san Igna-
cio de Loyola para que extendiera más la gloria de
tu nombre, concédenos que, a imitación suya y apo-
yados en su auxilio, libremos también en la tierra el
noble combate de la fe, para que merezcamos ser
coronados juntamente con él en el cielo. Por nuestro
Señor Jesucristo, tu Hijo.

CONCLUSIÓN.

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal
y nos lleve a la vida eterna.
R, Amén.

Donativos

Esta página fue digitalizada por
El Equipo de oficiodivino.com
oficiodivino@hotmail.com

En Twitter: @oficiodivinomx

En YouTube: oficiodivino

Si deseas ayudarnos:
[Tu ayuda]

2024

[Oficio de lectura] [Angelus] [Nona] [Vísperas] [Completas] [El Santo Rosario]
[Inicio]